El Porfiriato coincide en un momento particular del desarrollo capitalista, que ha sido llamado imperialismo, el cual se caracterizó por un nuevo tipo de colonialismo, en el que los grandes países capitalistas de Europa y Estados Unidos ya no se preocuparon por controlar de manera directa el mundo, sino que lo hicieron mediante la apropiación de sus recursos y fuerzas productivas.
El gobierno mexicano facilito la explotación de los recursos humanos naturales y materiales; concedió exenciones de impuestos, subsidios, etc. De esta forma más de 100 empresas abrieron sus puestas en México.
Florecieron la industria, el comercio, la banca, la minera, los ferrocarriles y los servicios públicos. México entraba a una nueva etapa de su historia económica y política: se aproximaba el capitalismo moderno.
INVERSION EXRANJERA:
Las inversiones extranjeras produjeron importantes cambios en el México de la época: contribuyeron a cambiar el panorama material del país, a construir nuevos medios de comunicación, a integrar al país al sistema económico internacional y a diversificar las exportaciones.
México quedaba incorporado a la modernidad, es decir, al contexto de la expansión mundial del capitalismo. La paz porfiriana dio incentivos a los inversionistas extranjeros para que desde sus países exportaras sus capitales y junto con ellos sus empresas. El arribo de capitales fue determinante para el auge del país, con lo cual se introdujo el capitalismo.
· El establecimiento de crédito mexicano en Europa y Estados Unidos
· El aumento de vías férreas, de la red telegráfica de las carreteras y de las obras portuarias
· La nacionalización, ya hacia el final de la dictadura de grandes líneas ferrocarrileras
· El fomento de la exploración y explotación de minerales
· La explotación de zonas petrolíferas en la costa del Golfo de México.
· El impulso a la industria y al comercio
· La reorganización de las finanzas publicas
· La reforma del sistema bancario
El gobierno de Porfirio Díaz y la elite que lo apoyo privilegiaron la búsqueda del crecimiento económico a como diera lugar, la modernización industrial a cualquier precio. Esa modernización industrial tocaba las áreas más dinámicas de la economía e implicaba atraer capitales extranjeros para invertir en México ante la ausencia de fondos nacionales.
Las principales potencias extranjeras europeas que invirtieron en nuestro país: Inglaterra, Francia y Alemania, creían que debían apoyar a México en sus esfuerzos para que la inversión estadounidense no dominara el país, creencia defendida por el grupo de los “científicos” que rodeaba al presidente Porfirio Díaz.
El único poder que se opuso a Estados Unidos fue Inglaterra, quien logro superarlo en cuatro rubros de inversión, el más importante de los cuales era el petróleo.
Las potencias estaban repartiéndose y disputando el mundo antes de la Primera Guerra Mundial, África y gran parte de Asia eran colonias de las grandes potencias europeas.
El gobierno mexicano facilito la explotación de los recursos humanos naturales y materiales; concedió exenciones de impuestos, subsidios, etc. De esta forma más de 100 empresas abrieron sus puestas en México.
Florecieron la industria, el comercio, la banca, la minera, los ferrocarriles y los servicios públicos. México entraba a una nueva etapa de su historia económica y política: se aproximaba el capitalismo moderno.
INVERSION EXRANJERA:
Las inversiones extranjeras produjeron importantes cambios en el México de la época: contribuyeron a cambiar el panorama material del país, a construir nuevos medios de comunicación, a integrar al país al sistema económico internacional y a diversificar las exportaciones.
México quedaba incorporado a la modernidad, es decir, al contexto de la expansión mundial del capitalismo. La paz porfiriana dio incentivos a los inversionistas extranjeros para que desde sus países exportaras sus capitales y junto con ellos sus empresas. El arribo de capitales fue determinante para el auge del país, con lo cual se introdujo el capitalismo.
· El establecimiento de crédito mexicano en Europa y Estados Unidos
· El aumento de vías férreas, de la red telegráfica de las carreteras y de las obras portuarias
· La nacionalización, ya hacia el final de la dictadura de grandes líneas ferrocarrileras
· El fomento de la exploración y explotación de minerales
· La explotación de zonas petrolíferas en la costa del Golfo de México.
· El impulso a la industria y al comercio
· La reorganización de las finanzas publicas
· La reforma del sistema bancario
El gobierno de Porfirio Díaz y la elite que lo apoyo privilegiaron la búsqueda del crecimiento económico a como diera lugar, la modernización industrial a cualquier precio. Esa modernización industrial tocaba las áreas más dinámicas de la economía e implicaba atraer capitales extranjeros para invertir en México ante la ausencia de fondos nacionales.
Las principales potencias extranjeras europeas que invirtieron en nuestro país: Inglaterra, Francia y Alemania, creían que debían apoyar a México en sus esfuerzos para que la inversión estadounidense no dominara el país, creencia defendida por el grupo de los “científicos” que rodeaba al presidente Porfirio Díaz.
El único poder que se opuso a Estados Unidos fue Inglaterra, quien logro superarlo en cuatro rubros de inversión, el más importante de los cuales era el petróleo.
Las potencias estaban repartiéndose y disputando el mundo antes de la Primera Guerra Mundial, África y gran parte de Asia eran colonias de las grandes potencias europeas.
La Industria:
Esta se encontraba en poder del capital extranjero, los capitales procedieron de Estados Unidos de América, Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda y España principalmente
Florecieron la industria textil y del vestido, alimentaria, cementera, hulera, siderúrgica y con esto el país se industrializo.
La minería:
Los inversionistas extranjeros hicieron resurgir y México volvió a figurar como importante productor de minerales en el mundo.
Ciudades como Guanajuato, Zacatecas, Taxto, Pachuca, Fresnillo y reales de minas como cananea, en Sonora y el 14, San Luis Potosí, también florecieron logrando que México volviera a ser el primer productor de plata en el mundo.
Agricultura y ganadería:
En la agricultura, México no avanzo en la producción de productos básicos, como, el frijol, trigo, maíz y chile. El henequén creció a un ritmo de 20% al año y la producción del café se duplico de 1877 a 1881, incluso el chicle llego a 20 toneladas en 1881. La producción para exportación o comercial, se reservó para las mejores tierras y la más avanzada técnica.
En cuestión ganadera, los latifundios gozaban de extensiones amplias para el desarrollo de ganado, en contraste con los pequeños propietarios. Las líneas ferroviarias del norte del pueblo, enlazadas con el mercado estadounidense, favorecieron el incremento de las cabezas de ganado.
Florecieron la industria textil y del vestido, alimentaria, cementera, hulera, siderúrgica y con esto el país se industrializo.
La minería:
Los inversionistas extranjeros hicieron resurgir y México volvió a figurar como importante productor de minerales en el mundo.
Ciudades como Guanajuato, Zacatecas, Taxto, Pachuca, Fresnillo y reales de minas como cananea, en Sonora y el 14, San Luis Potosí, también florecieron logrando que México volviera a ser el primer productor de plata en el mundo.
Agricultura y ganadería:
En la agricultura, México no avanzo en la producción de productos básicos, como, el frijol, trigo, maíz y chile. El henequén creció a un ritmo de 20% al año y la producción del café se duplico de 1877 a 1881, incluso el chicle llego a 20 toneladas en 1881. La producción para exportación o comercial, se reservó para las mejores tierras y la más avanzada técnica.
En cuestión ganadera, los latifundios gozaban de extensiones amplias para el desarrollo de ganado, en contraste con los pequeños propietarios. Las líneas ferroviarias del norte del pueblo, enlazadas con el mercado estadounidense, favorecieron el incremento de las cabezas de ganado.
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